Leishmaniosis: todo lo que necesitas saber
- 29 abril, 2016
- Publicado por: Carlos Martínez
- Categoría: Salud

Como propietarios de un perro, es nuestra obligación estar informados sobre las enfermedades que pueden contraer nuestros animales con el fin de poder prevenir en la medida de lo posible su transmisión. Hoy hablaremos de una enfermedad que desafortunadamente causa la muerte de miles de perros en todo el mundo. Hablamos de la Leishmaniosis canina.
¿Qué es la Leishmaniosis canina?
La Leishmaniosis canina, conocida vulgarmente como “la enfermedad del mosquito”, es una enfermedad producida por un protozoo: la Leishmania infantum. Este protozoo lo transmiten los mosquitos del género Phlebotomus (en regiones mediterráneas y tropicales) o Lutzomia (regiones tropicales y subtropicales), afectando en mayor medida a aquellos países o regiones con este tipo de clima. La Leishmaniosis es una enfermedad endémica en muchos países, sobre todo los que se encuentran en la cuenca mediterránea, América del Sur, Asia y África occidental, norte de África y África oriental.
¿Cómo se contrae la Leishmaniosis canina?
El ciclo biológico de la Leismaniosis consta de varias partes. Inicialmente un mosquito pica a un perro infectado, y chupa su sangre infectándose con las formas inmaduras de la Leishmania infantum. Al cabo de una semana, esas Leishmanias maduran y cuando el mosquito pica a otro perro se las inocula, transmitiéndole así la enfermedad. Hay que tener en cuenta que, en condiciones favorables, esta enfermedad es capaz de transmitirse rápida y eficazmente.
Así pues, el perro contrae la enfermedad cuando es picado por un mosquito ya infectado previamente y éste le inocula el parásito. Nunca se produce el contagio de un animal a otro por contacto directo, es necesaria la presencia del mosquito (vector) para que se transmita la enfermedad. La mayoría de los contagios se producen en los meses de verano y sobre todo al amanecer y al anochecer, horas en las que esta especie de mosquitos es más activa.
El agente transmisor vive principalmente en zonas con aguas estancadas (torrentes, embalses, pantanos, piscinas, ríos, fuentes…), bosques, parques y jardines.
En las áreas endémicas los perros infectados por Leishmania son muchos, pero no todos los animales infectados desarrollan la enfermedad. Los estudios realizados por técnicas de PCR (polymerase chain reaction: técnica de biología molecular) han demostrado que la prevalencia de la infección en perros es mucho mayor que la proporción de los que realmente desarrollan enfermedad clínica. Tanto los perros sintomáticos como los asintomáticos son potenciales transmisores de la enfermedad, pero los sintomáticos tienen un potencial de infectividad mayor.
¿Qué síntomas presenta?
Los sintomas habituales que presentan los animales que sufren esta enfermedad son: pérdida de peso, anorexia, decaimiento, hipertermia, alteraciones digestivas (vómitos, diarrea, etc.) perdida de pelo (especialmente en la zona periocular, nasal y en los pabellones auditivos) problemas en la piel, epistaxis (hemorragias nasales), cojera, debilidad muscular, aumento de tamaño de los linfonodos, espleno-hepatomegalia (aumento de tamaño de bazo y/o hígado), lesiones oculares y excesivo crecimiento de las uñas. El pronóstico y tratamiento variará en cada perro en función del grado de afectación y las complicaciones que se detecten. En esta enfermedad es de vital importancia un diagnóstico precoz, para minimizar las consecuencias. Por ello, es recomendable llevar a cabo analíticas de control cada año en las zonas de alta incidencia de la enfermedad.
Periodo de incubación
El periodo de incubación varia en cada animal, pudiendo estar entre semanas, meses o incluso años. Es siempre de vital importancia detectar la enfermedad lo antes posible por medio de análisis.
Cómo prevenir la Leishmaniosis
La Leishmaniosis es una enfermedad endémica en España, por este motivo es muy importante el control y la prevención en nuestras mascotas, para evitar así sorpresas desagradables. Su sencilla propagación y el hecho de que la Leishmaniosis canina pueda ser mortal, hace que la prevención sea el arma más efectiva de protección. En este artículo queremos ofreceros las pautas básicas para poder proteger lo mejor posible a vuestras mascotas.
¿Qué puedo hacer para proteger a mi perro?
Lo primero que hay que hacer es intentar evitar que nuestra mascota sufra picaduras de insectos, y esto lo podemos conseguir:
- Evitando pasear a los perros al amanecer y anochecer en los meses de mayor riesgo (de mayo a octubre), ya que es cuando el mosquito transmisor de la enfermedad está más activo.
- Evitar que el animal esté en el exterior (jardín) tanto al amanecer como al anochecer, y si es así, acondicionar un espacio para él y colocar mosquiteras.
- Usar repelentes de mosquitos dentro de las viviendas.
- Proteger a nuestro perro con un collar antiparasitario contra febotomos
- Seguir una pauta desparasitaría estricta y continua; existen en el mercado multitud de productos como por ejemplo sprays repelentes, pipetas y collares.
Con todas estas medidas lo que conseguiremos es disminuir la probabilidad de que un mosquito pueda picar a nuestro perro. Pero estas medidas no son 100% eficaces, es por ello que se recomienda combinar varias de ellas y complementarlas con el uso de fármacos que potencian la respuesta inmunitaria, como el Leisguard, que estimula la respuesta inmune del perro, aumentando la actividad de las células encargadas de eliminar los parásitos del cuerpo del animal. De esta manera potenciamos una correcta respuesta inmunitaria eficaz para controlar la enfermedad si el animal ya está enfermo, o bien prevenimos el avance de la enfermedad en caso de que el animal se infecte mediante la picadura de un flebótomo.
Otra opción es usar la recientemente comercializada vacuna contra la Leishmaniosis. Se trata de una vacuna que estimula el sistema inmunológico de los perros reforzando su resistencia a las enfermedades. Sólo se puede utilizar en animales que no tengan la enfermedad. Es por este motivo que antes de administrar esta vacuna es necesario realizar una prueba sanguínea a nuestro perro. De la misma forma que ocurre con el Leisguard, la vacuna no evita la infección porque no evita la picadura del mosquito, para ello se deben utilizar productos de probada acción repelente frente al Phlebotomus.
Es muy recomendable vacunar a los perros que vayan a viajar a zonas endémicas y de alto riesgo. Así como a aquellos perros que estén más expuestos a las picaduras de los mosquitos (viven en el exterior, zonas húmedas o zonas con una alta prevalencia de leishmaniosis). Existen razas de perros más sensibles a este parásito, por lo que la prevención en estas razas es de vital importancia. Las razas genéticamente predispuestas a desarrollar más fácilmente esta enfermedad son:
- Bóxer
- Pastor Alemán
- Rottweiler
- Cocker Spaniel.