Mi perro tiene miedo a ir al veterinario ¿Qué puedo hacer?
- 3 enero, 2016
- Publicado por: Carlos Martínez
- Categoría: Problemas de comportamiento

Siempre que vamos a una consulta, no resulta difícil comprobar como muchos perros sienten auténtico miedo a ir al veterinario. En algunos casos, siguiendo algunos consejos podemos conseguir que las visitas no sean tan traumáticas para nuestro perro. En otros casos vamos a necesitar ayuda profesional. En este artículo conoceremos aprenderemos un poco más sobre este problema y te daremos algunos consejos para prevenirlo y corregirlo.
¿Por qué mi perro tiene miedo a ir al veterinario?
La principal razón para explicar el motivo es que en su primera visita, cuando todavía son cachorros, es normalmente para recibir las primeras vacunas. Para un cachorro es normal que la experiencia resulte especialmente traumática, ya que llevar al perro a un sitio desconocido y recibir una inyección es muy desagradable para ellos. Esta experiencia se le quedará grabada en su memoria para toda su vida, y es por eso que tu perro siente pánico a ir al veterinario.
Cómo prevenir que mi cachorro tenga miedo a ir al veterinario
Aunque la mayor parte de los veterinarios ya están plenamente concienciados con el problema y tratan siempre de dar la mejor experiencia posible a nuestro cachorro, nuestro papel como acompañantes es fundamental. Como sabemos, la primera visita es la más importante ya que es la que va a condicionar a tu perro. Estos consejos harán que la experiencia de tu cachorro en el veterinario sea más positiva:
- Actitud relajada: cuando acudas al veterinario con él deberás estar lo más relajado posible. Cuanto más relajado estés tú más lo estará tu perro.
- Acostumbra a tu perro a que lo toquen: asegúrate que a tu perro le gusta (o acepta) que le toquen. Esto va a permitir trabajar mejor al veterinario y tu perro se va a sentir más cómodo. En caso de que a tu perro no le gusta que le toquen, intenta acostumbrarlo previamente en casa dándole algo de comida mientras lo acaricias. Puedes acaríciale el pelo, las patitas o las orejas.
- Quédate siempre a su lado: siempre que sea posible quédate al lado de tu perro cuando estés en la consulta, tener una persona de su confianza cerca durante todo el proceso le hará sentir más seguro.
- Prémiale cuando se muestre tranquilo: cuando estemos en el veterinario es importante que tanto tú como el veterinario (normalmente suelen hacerlo) le den premios, como comida o felicitaciones. Así tu perro se mostrará más relajado y haga una asociación positiva con el lugar.
Qué hacer si mi perro tiene miedo a ir al veterinario
En caso de que tu perro ya haya acudido a una o varias visitas y al volverlo a llevar se muestre inquieto, ansioso, o directamente no quiera entrar, deberemos trabajar la desensibilización. Este proceso consiste en eliminar la sensibilidad de nuestro perro ante estímulo que le causa miedo (el veterinario)
Tu perro asocia la experiencia del veterinario (el propio lugar, la persona o personas que lo atienden, su ropa, los olores…etc.) con algo negativo. Este es un proceso lento, delicado y que en muchos casos se necesita la ayuda de un profesional. Sin embargo, hay cosas que podemos trabajar antes de solicitar ayuda. ¡Recuerda, es un proceso lento que deberás trabajar poco a poco!
- Paseo antes de acudir: si ves que tu perro se muestra muy nervioso al acudir al veterinario, justo antes de la cita trata de darle un paseo largo, preferiblemente con juegos o actividades con otros perros. Esto hará que en el momento de acudir no se muestre tan nervioso. Es importante que tu perro quede relajado (y no sobreexcitado) cuando termine su paseo.
- Trabaja la desensibilización: este es el momento más delicado. Se trata de exponer a tu perro a la experiencia del veterinario poco a poco, premiándole cuando se muestre tranquilo y relajado. Puede llevarte días (o semanas) porque lo haremos muy poco a poco. El primer día pasaremos por delante del local, otro día puedes acercarte a la puerta, otro entrar en recepción, así poco a poco hasta que tu perro se vaya acostumbrando. Recuerda premiar siempre que lo veas tranquilo
- Cambia de veterinario: en caso de que tu perro sea incapaz de entrar o incluso acercarse al veterinario prueba a llevarlo a otro lugar. Esto puede costarte si tienes confianza con tu veterinario o es que más te conviene acudir, pero ayuda mucho a resolver el problema. De nuevo, comienza poco a poco (pasa un día con el delante del local, otro día acércate a la puerta, otro día entra…etc.)
Errores a evitar
Como hemos comentado, este proceso es muy delicado. Un pequeño (o pequeños errores) pueden arruinar días de trabajo. Por eso conviene recordar algunos errores que tenemos que evitar en este proceso:
- Ir demasiado rápido: reducir o eliminar el miedo de un perro a acudir a un lugar requiere tiempo y es normal no ver resultados al principio. Ten paciencia, las prisas pueden arruinar todo el trabajo en un momento.
- Obligarle a entrar: bajo ningún concepto debemos obligar a nuestro perro a entrar al veterinario. Esto no sólo no resuelve el problema si no que lo puede empeorar. El perro debe entrar siempre al veterinario por si mismo.
Cuando nada de lo anterior ha funcionado
Si finalmente te ves incapaz de reducir el miedo de tu perro a ir al veterinario es posible que tengas que acudir a un adiestrador experto en conducta o un etólogo. Otra opción es buscar consultas veterinarias a domicilio. Aunque normalmente estas visitas suelen ser más costosas, nuestro perro se mostrará más tranquilo al estar dentro de casa.